La UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad la región de Prespa, que se extiende a lo largo de tres países: Albania, Macedonia y Grecia. Pero aún es incierto si futuras generaciones podrán disfrutar de la belleza de esta zona. La mano del hombre ha destruido parte de su superficie. Iniciativas ecologistas se esfuerzan ahora por preservar una flora y fauna únicas. Entre los proyectos principales se encuentra el apoyo a la población, ya que de su precaria situación socioeconómica emana uno de los peligros.
Un reportaje de Danijel Višević.
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